domingo, 12 de agosto de 2012

Capítulo 16

-Empecemos.
Me dedico a seguir los caminos de flores creados por toda la casa. La primera pista no tardo mucho en encontrarla.
-"En una cueva oscura y caliente se encuentra tu primer regalo. Tranquila, lo he limpiado antes. Allí, en el suelo mismo deberás depositar tu primera prenda. Yo depositaré las mías en las pistas, tú en los regalos."
Como afirmaba en la pista, Mille se quitó la camiseta. Su cuerpo era de un perfecto indescriptible. Sentí cómo mis mejillas volvían a ruborizarse.
-¿Seguimos?
-Adelante, preciosa.
Deduje que la pista se refería a algo en plan horno, microondas o algo por el estilo.
-¿Dónde está la cocina?
-Búscala, si no no tiene gracia.
Al cabo de un minuto que se me hizo eterno encontré la cocina, levemente iluminada por velas. Abrí el horno y envuelto con sumo cuidado había un paquetito con una nota.
-"Estas son mis condiciones. Debido al reducido tamaño del regalo, la prenda que deberás depositar será mínima. Deja tus zapatillas, con calcetines incluidos  aquí." Ehhh, zapatillas y calcetines son dos prendas, ¡tramposo!
-También puedes quitarte la camiseta, si lo prefieres.
-Está bien, me descalzaré, pero que sepas que eres un tramposo.-Le dirigí una de mis miradas indignadas y se empezó a reír.
-Sigue, anda.
Pegada en el frigorífico había otra pista.
-"Ya has encontrado el primer regalo. Sólo te quedan dos. Si pensabas que te dejaría completamente desnuda, no te equivocabas, pero no con regalos, preciosa. El siguiente regalo, de mayor tamaño se encuentra escondido en un lugar más grande, a la vista y rodeado de flores." Te toca prenda.
-¿No vas a abrir el regalo, preciosa?
Casi se me olvida. 
-No, quiero dejarlos todos para el final. Cuando termine el juego los abriré todos.
-Me parece genial. ¿Seguimos?
Se quitó las zapatillas, con calcetines incluidos, y seguimos andando por la casa.

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