Nada más salir por la puerta del baño me encontré de frente con una chica guapísima: ojos azules, rubia, con el pelo recogido en una preciosa coleta, alta, la clase de novia que todos querrían tener. A su lado había una chica un poco más baja, morena, con los ojos marrón clarito. Imaginé que serían las chicas del baño, por cómo se me quedaron mirando, y sobretodo porque estaban con aquel chaval, Matt. Él era alto, fuerte, moreno y con una sonrisa preciosa. A su lado, un chaval rubito, que parecía ser su amigo. Los cuatro se me quedaron mirando con cara de desprecio. Les oía cuchichear. Supuse que hablaban de mí, por la forma en que me miraban. Muy bien Katth. Vas avanzando, ahora solo son 4... sin darme cuenta seguí andando y me tropecé con Martha. ¡Salvada!-pensé-.
-¡¡Martha!!
-Ho..Hola Katth. ¿Qué haces aquí?
-Ahora vengo a este instituto, ¿recuerdas?
-Ahh.. sí, es verdad. Oye, me tengo que ir- dijo sin dejar de mirar al grupillo de Matt.- No me vendría nada bien que me vieran hablando contigo...
-Pero... ¡Martha!
Martha se fue corriendo. No entendía por qué le daba vergüenza que la vieran conmigo...
Cuando sonó el timbre entré en la calse que me correspondía, 4ºC. ¡Qué bien!- pensé al no ver a ningun "amigo" mío en la clase.
Pero de pronto entraron todos riendo y jugando. ¡Oh no! Ellos otra vez no...
Llegó la profesora, que supuse que ese año iba a ser nuestra tutora por tooodo el curso.
-Venga chicos, id tomando asiento, yo mientras voy a pasar lista:
Úrsula Sanz.
-¡Yo!-contestó la chica rubia del baño.
-Tábata Ferguson.
-Aquí-dijo la amiga de Úrsula.
-Christian Raven.
-Presente.-contestó el amigo de Matt.
Ya sabía el nombre de todos ellos. Me quedé pensando durante un momento (o eso me pareció a mí) qué podría hacer para no caer tan mal a la gente.
-¿Kattherine Jones? ¿No está Kattherine?
-Ehh... Sí! soy yo...
-¡Pues contesta chiquilla!- me riñó la profesora.
Oí al grupillo reirse, seguramente , de mí.
Madre mía... hoy no es mi día, está claro.
-Bueno, como iba diciendo- continuó la profesora- Mi nombre es Victoria, y voy a ser vuestra tutora y profesora de literatura durante este curso. Me podéis llamar señorita Griffin.
La profesora Griffin siguió hablando durante el resto de la clase, pero yo me dediqué a dibujar en mi libreta las tonterías que me venían a la cabeza. Cuando sonó el timbre quise salir la primera de clase para no tener que encontrarme con el grupito de los guaperas, pero se me adelantaron y cuando salí estaban allí fuera esperándome...
