domingo, 22 de julio de 2012

Capítulo 5


Idiota, más que idiota. Odio a este niño, lo tengo claro, pero... hay algo en él...NO, no hay nada en él. No me puedo fijar en él. No puedo. Empiezo a limpiar una por una las mesas de una clase de primero mientras él friega la clase de al lado.
-No sabía que se castigara a las niñas recién llegadas a limpiar todo el instituto.- Me sobresaltó una voz desde la puerta de la clase.
No le había visto llegar. Era un chaval, algo más mayor que yo. Lo primero que me llamó la atención de él fue su camiseta de Iron Maiden y su pelo negro largo atado en una coleta baja. Llevaba unos pantalones de chandal de plástico, como los llamo yo. Me miraba con unos ojos verdes curiosos que me causaron bastante gracia.
-No sabía que se espiara a las niñas recién llegadas mientras limpian en este instituto. ¿Tú también estás castigado?
-No, salgo ahora de clase. Supongo que quieren que demos más clases para la selectividad. Me llamo Mille.-Me dijo mientras se acercaba y me daba dos besos.
-Kattherine.- Respondí.
-¿Necesitas ayuda?
-Ohhh... no, gra...
-Para ayudarla ya estoy yo. -Me interrumpió Christian.- Estamos los dos catigados, por pillarnos a punto de besarnos tirados en el suelo, así que ya puedes irte.
Yo me quedé muy sorprendida de la reacción de Christian. No tenía por qué ser tan borde, joder.
-Vale, pues nada, ya nos veremos por aquí, Kattherine.
-Adiós.- Le dediqué una de mis mejores sonrisas.
-De nada.-Añadió Christian en cuanto se hubo ido Mille.
-¿De nada? ¿Por qué? ¿Porque Mille se pensará que yo estoy saliendo con un imbécil como tú y seguramente piense mal de mí? ¿Por eso?
-No, por quitarte a ese imbécil de encima. Es muy rarito, ¿sabes? Es un macarra de esos que escuchan música satánica y adora al diablo. Seguro que hace ritos raros, por eso tiene los pivonacos que tiene siempre.

-¿Macarra satánico?- Me empecé a reír.
-Sí, son bichos raros, no te juntes con ellos.
Daba la casualidad de que yo también era bastante heavy, pero era algo, que visto lo visto, prefería mantener en secreto. Me puse a seguir limpiando.
Sonó el timbre que nos mandaba a casa. En eso apareció el señor Wood.
-Bueno, por hoy está bien. Podéis iros. Mañana os quiero aquí media hora antes. Sin rechistar, señorita Jones.-Añadió al ver mi cara de fastidio.
Me fui a mi casa, que estaba a media hora del insti mientras oía en el MP3 "Waking the Demon" de BFMV, que de alguna manera, me recordó a Mille.


Cuando llegué a mi casa, había algo que no me cuadraba, fuera estaba el coche de mi padre, al que llevaba como 4 años sin ver.
-¿Mamá?
-Cariño, estoy en la cocina.
Aunque llevábamos dos meses en la casa aún teníamos bastantes cajas por la casa. Me dirigí a la cocina esquivando cajas.
-Mira, cariño este es el vecino de enfrente, Mathew y su hijo, Mille.
-Vaya, cuánto tiempo.-Dije mientras sonreía a mi "nuevo" vecino.

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